En
el deporte de élite lo más difícil no es llegar sino mantenerse. “Maxi” Blanco y “The Pit” Pineda llegaron al UFC con altas expectativas, pero
el camino a los más alto puede ser sinuoso y un par de derrotas consecutivas
son suficientes para perder la confianza y poner el peligro la continuidad en
la organización más prestigiosa de las MMA
(Artes Marciales Mixtas por sus siglas en inglés) del planeta. Ambos buscarán
retomar la senda ganadora en la final del TUF
17, el 13 de abril a desarrollarse en el Mandalay Bay Events Center de Las
Vegas, Nevada.
Máximo
Blanco es uno de los peleadores más excitantes del UFC, con un estilo que nos
hace rememorar a Wanderlei Silva en
sus mejores momentos en el Pride de Japón. Esa vehemencia es la que le ha
valido el apodo “The Max Murderer” en alusión al mismísimo Silva, héroe y
leyenda en esas tierras. El venezolano ha aprendido, gracias a su trayectoria en Japón, que entretener es tan importante como ganar,
y es por ello que pone tanto énfasis en satisfacer al público brindando un buen
espectáculo. Su llegada a Japón, señala, fue producto del “destino”:
“Estaba
en problemas y no tenía dinero. No me quedaba otra opción. Traté de entrar en
el ejército de Venezuela ya que eso me ayudaría económicamente. Pero finalmente
me seleccionaron desde Japón para luchar. Esa es básicamente mi historia”
explica Máximo con cierta timidez frente a las cámaras.
Máximo
representó a la Universidad de Fukuoka, donde fue becado para luchar, compitiendo
para aquella institución. En 2007,
Blanco ganaría la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos, representando
a su país de origen y atraería la atención Sengoku, una de las organizaciones
de MMA más prestigiosas de Japón. Allí
obtuvo una de las victorias más resonantes de su carrera frente a Rodrigo Damm, el brasileño de vasta
trayectoria en la tierra del sol naciente.
El
venezolano no ha encontrado el éxito en los Estados Unidos, con sendas derrotas
en sus dos presentaciones. En su primer
combate en Strikeforce frente a Pat Healy, Máximo exhibió todo su
repertorio de patadas (algunas de ellas ilegales a la cabeza cuando su rival
estaba en el suelo) rodillazos y golpes de puño, pero aun así cayó por sumisión
en el segundo asalto. El debut en el UFC fue en las 145lbs, una división que parece sentarle bien al venezolano. Blanco
no tuvo dificultades para dar con el peso y exhibió buen cardiovascular en este
encuentro. Luego de tres asaltos de puro striking, Marcus Brimage se llevó la victoria en una decisión cerrada.
El
13 de abril, Blanco tendrá un duro enfrentamiento frente a Sam Sicilia, segunda selección de Dominick Cruz en el TUF Live
(The Ultimate Fighter) un rival áspero que tratará de convertir este pleito en
una verdadera riña.