Nunca vio la izquierda cruzada. La guardia baja le jugó en contra como nunca en su carrera. Weidman impactaba su mano, Silva se desplomaba en el suelo, una seguidilla de golpes logró lo que parecía imposible. En su décimo séptima pelea en UFC se terminaba el mito de su invencibilidad. Silva yacía derrotado en el suelo, buscando explicaciones donde no las había y, de haberlas, él no las encontraba. Weidman lo había superado, el cinturón que defendía desde el año 2006 cambiaba de manos y la presión se iba de su espalda.Mucho se habló tras su caída. Algunos se aventuraron a decir que se había dej ... Read the Full Article Here
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